un theatron contemporáneo, este proyecto interpreta el paisaje como materia activa, no como fondo. La arquitectura se pliega con la topografía, enmarca el horizonte y define un campo visual diseñado para la contemplación. A través de gestos mínimos —la línea del plano, el encuadre, la luz— se construye una experiencia serena donde el afuera entra en diálogo con el habitar. Aquí, la evasión no es escape, sino pausa.