el proyecto entiende la luz como un elemento estructural del espacio. La transición entre la luz natural, cambiante a lo largo del día, y la luz artificial, constante y controlada, se concibe como una coreografía temporal. Este ritmo lento y progresivo recuerda al proceso de aprendizaje en pilates: una práctica que exige tiempo, repetición y disciplina para alcanzar el dominio de cada postura.